top of page

CONCIENCIACIÓN

Aunque el objetivo principal del Karpín es la acogida de animales, la educación y concienciación medioambiental también toma gran importancia. Con esto se intenta  que las nuevas generaciones tomen conciencia de lo que supone adoptar un animal y así en un futuro no tenga que acabar enjaulado o que nuestro ecosistema se vea alterado por culpa del abandono de especies invasoras.

La educación ambiental es un tema de educación social que, gracias al Karpín, llega a alrededor de 50.000 personas al año.

Entrevista a Iñigo Ulibarri, responsable de la concienciación y la organización de los eventos educativos en el centro

“La sociedad tiene un déficit de educación ambiental”, comenta Iñigo Ulibarri, responsable de este tema del centro.
IMG_1922.JPG

Las actividades de concienciación están principalmente dirigidas a centros escolares, según Iñigo Ulibarri, responsable de educación ambiental del centro, al año les visitan alrededor de 8.000 alumnos. A estos se les cuentan las historias de por qué están ahí los animales y, a través de ello, intentan sensibilizarlos. Aunque principalmente los alumnos son de primaria, también va gente de secundaria y la universidad de grados como biología o magisterio.

Existe un programa de actividades dirigido a la gente que viene los fines de semana. Es un poco más lúdico, aunque mantiene el contexto de concienciación hacia la naturaleza. Ahí se les imparte una visita guiada parcial más reducida. El recorrido también se puede hacer de manera autónoma gracias a los carteles informativos repartidos por el parque y la mochila del explorador que contiene un catalejo y una lupa.

Aparte de esto, hay días especiales que pueden ser, por ejemplo, el día del ave, en el que se plantean actividades diferentes como hinchables, talleres…

“Los adultos vienen con los niños y es ahí donde aprovechamos para esa interacción más directa”, comenta Iñigo Ulibarri.

Biodiversidad en peligro

Iñigo Ulibarri cuenta la labor de los animales en el centro de cara a la educación.

El tráfico ilegal de animales y el abandono de especies exóticas son la principal causa de la pérdida de biodiversidad que se está dando en todo el mundo. Un ejemplo claro de esto es la plaga de mapaches que hay en Europa.

En la naturaleza hay un equilibrio ecológico, en el que todas las especies tanto animales como vegetales tiene su función dentro del ecosistema. Al introducir un elemento nuevo, es decir, una especie que no pertenece a ese territorio, el animal va a entrar en competencia con los animales de la zona autóctona que están dentro de su nicho ecológico.

 

Esto termina en un desequilibrio, ya que anteriormente ya había un animal que desempeñaba la misma función que él. Los desequilibrios pueden desarraigar pérdidas de biodiversidad, tanto de especies vegetales, como de animales, y desequilibrios del ciclo biológico del ecosistema.

“Por ejemplo la introducción de tortugas, perjudica a la fauna acuática, es decir, crea una reorganización, pero en ese equilibrio final se han podido perder especies”, comenta Pedro Abad, director del centro.

bottom of page