En un principio, queríamos que nuestro reportaje fuese sobre el parque zoológico de Cabárceno. Nos parecía un tema realmente, interesante. Pero, al intentar contactar con ellos nos encontramos con una gran desorganización en su página web y que la mayoría de departamentos no se comunican entre ellos, lo que genera desinformación. Además, a pesar de que intentamos hablar vía mail o mediante llamadas en más de diez ocasiones, en ningún momento nos proporcionaron una respuesta clara. Tan solo nos dieron largas y nos dejaron entrever que no iban a concedernos la oportunidad de hacer un reportaje sobre Cabárceno. Ninguna de las personas con las que hablamos supo decirnos si podían aceptar la propuesta o rechazarla.

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Ante su desinterés, tuvimos que barajar otras propuestas que guardábamos en la recámara. Entre ellas se encontraba el Karpín. Era un tema muy parecido al de Cabárceno, por lo que nos decantamos por este. Para contactar con ellos les enviamos un correo al que nos respondieron sin demora, concediéndonos la oportunidad de entrevistarlos. Es más,  nos permitieron ir dos horas antes de que el lugar abriera para poder hacer todas las entrevistas que necesitasemos y, además, proporcionarnos una pequeña visita guiada.

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Nos trasladamos allí en dos coches, con tres cámaras y los móviles totalmente cargados. El viaje fue una de las peores experiencias, puesto que el GPS nos metió por un camino embarrado, poco adecuado para alguien que se ha sacado el carnet hace poco. Por suerte, y a pesar de varios sustos y caladas del motor, logramos alcanzar nuestro destino gracias a las indicaciones de un amable matrimonio local.

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Una vez llegamos, decidimos dividirnos para aprovechar el tiempo al máximo. Un grupo comenzó a sacar fotos a los animales y a realizar un par de preguntas a los trabajadores que se encontraron, mientras que el otro grupo comenzó con las entrevistas en el edificio que emplean para las oficinas. Después, empezó la visita guiada donde sacamos aún más fotos y resolvimos todo tipo de dudas para adquirir un mayor conocimiento del centro. Cabe destacar que todo el contenido multimedia está sacado, grabado y editado por nosotras.

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Cabe mencionar la amabilidad con la que nos respondieron todas nuestras dudas tanto Pedro como Iñigo, dejando a un lado su trabajo para atendernos el tiempo que hiciera falta. Además de los cuidadores Laura y Markel que respondieron nuestras dudas mientras nos enseñaban todo lo que sabían de los animales y les alimentaban. Estas son las únicas fuentes documentales que pudimos conseguir ya que el centro en ese momento no contaba con más trabajadores en plantilla. Pedro nos comentó que tanto por bajas por paternidad como vacaciones, muchos de sus cuidadores no estuvieron allí el día que acordamos las entrevistas.

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Todas las fotos y vídeos que aparecen en el reportaje fueron sacadas por nosotras.